Un abordaje muy utilizado en terapia para trabajar conductas disruptivas es el Apoyo Conductual Positivo
¿Qué es el Apoyo Conductual Positivo?
Es un abordaje de las conductas problemáticas que permite aumentar la calidad de vida y el aprendizaje de nuevas conductas adaptativas, proporcionándole herramientas necesarias para generar conductas alternativas antes de que la conducta problema tenga lugar.
Aunque resulta interesante porque es aplicable a cualquier conducta, suele centrarse en la intervención de conductas desadaptativas, es decir, “aquellas que por su intensidad, duración o frecuencia afectan negativamente al desarrollo personal del individuo, así como a sus oportunidades de participación en la comunidad”. Hace referencia no solo a las más perceptibles y las más incómodas/molestas (conductas agresivas u ofensivas), sino también a otras más discretas como retraimiento o falta de atención (por ejemplo, retraimiento, marcada inactividad, tristeza, falta total de entusiasmo, apatía, sueño excesivo, importantes dificultades de concentración).
Es un enfoque centrado en el respeto a la dignidad de la persona cuyo objetivo es responder a las necesidades específicas que presenta.
¿En qué consiste?
El apoyo conductual positivo busca adaptar las condiciones que precipitan las conductas problemas/desadaptativas para evitar que estas tengan lugar y proveer de alternativas más ajustadas a la persona.
¿Por qué busca evitar que la conducta problema tenga lugar?
La conducta problemática se da cuando en el entorno de la persona sucede algo (ya sean influencias ambientales, elementos externos internos a la persona que presenta la conducta). Es decir, la conducta tiene una causa concreta y revela que el ambiente no se adapta a las necesidades de la persona. Por lo tanto, tiene una utilidad/función para la persona (escapar o huir de situaciones que le son difíciles de gestionar o, en cambio, para conseguir acceder a actividades, objetos o relaciones que desea). Puede que esta función no se desarrolle de manera intencionada.
¿Qué debemos tener en cuenta?
El Apoyo Conductual Positivo consiste en realizar un análisis funcional de la conducta donde se conoce profundamente a la persona y las influencias contextuales para analizar la función que desempeña la conducta problema con el fin de:
- Modificar esas variables que desestabilizan a la persona antes de que se produzca la conducta desadaptativa.
- Proporcionarle conductas alternativas más adaptadas y socialmente aceptables.
- Aumentar el deseo de realizar esas conductas alternativas.
Además, el Apoyo Conductual Positivo, implica la colaboración de todos los agentes que se relacionan con la persona y consiste en:
- Descripción de la conducta problema. Se establece las prioridades en cuanto a las conductas a intervenir.
- Evaluación funcional. Se hace la evaluación funcional de la conducta y se establecenlas posibles hipótesis explicativas (frecuencia, intensidad, antecedentes, consecuencias, contextos…) e identificación de la función.
- Identificamos conductas alternativas. Se desarrolla el plan de intervención según las estrategias de apoyo atendiendo a las preferencias de la persona y a los recursos y rutinas que posea el contexto. Debemos identificar si existen conductas alternativas ya aprendidas que deben ser reforzadas o extinguir para implementar las nuevas conductas. Es importante determinar con qué herramientas comunicativas cuenta.
- Se aplica la intervención.
- Se adapta o modifica el plan cuando sea necesario.
A modo de conclusión
Con esta estrategia buscamos que la persona sea más funcional en su ambiente y de esta manera minimizar las situaciones desagradables. Nos anticipamos a la conducta problema disminuyendo la posibilidad de reforzar esa conducta desadaptativa, así pierde su funcionalidad (evitamos la conducta problema por lo que ya no cumple su función y le damos una opción alternativa).
Por ejemplo, si sabemos que nuestro hijo o hija se pone muy nervioso cuando realizamos la compra, tendremos que ver cuál es el motivo. ¿Hay algún tipo de música ?¿ Hay mucha gente? ¿Pasamos por algún pasillo en el que le ha llamado la atención y se lo hemos negado? Con este tipo de estrategias analizaremos las posibles causas de la conducta para adaptar el entorno a la persona y evitar que aparezca la conducta problema y hagamos más fácil de ciertas actividades. Por ejemplo, vamos a otro “super” que no pongan canciones por megafonía, vamos en horas que hay menos concentración de gente, evitamos ese pasillo…etc.
Otro ejemplo, sabemos que nuestro pequeño/a no gestiona bien las esperas (por ejemplo, mientras hacemos la merienda, ocupamos su tiempo y le pedimos que nos ayude a tirar algo a la basura, coger la servilleta, etc.
Con la ayuda profesional adecuada estaremos basando nuestro trabajo en la comprensión de la persona de forma global y facilitando la inclusión y adaptación.
Noelia López Franco. Psicóloga
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